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Bodegas Tempore cumple dos décadas como pionera y referente del vino ecológico en Aragón

NOTA DE PRENSA.- GABINETE DE COMUNICACIÓN MARTA TORNOS

Cuando Víctor y Paula Yago decidieron, hace dos décadas, hacerse cargo de los viñedos ecológicos de sus padres, nunca pensaron que llegarían tan lejos, aunque sí que vieron en ellos «un gran potencial y una buena oportunidad para entrar en el mercado del vino ecológico».

Desde ese primer contacto con las viñas surgió el proyecto de Bodegas Tempore, una iniciativa con un lema que cumplen a rajatabla y que llevan siempre por bandera: «Respeto por la tierra. Pasión por el vino».

Paula y Víctor Yago

Paula y Víctor Yago

Víctor y Paula son la tercera generación de una familia de viticultores y agricultores que han dedicado toda su vida a trabajar la tierra y a cuidar el territorio de la Comarca Campo de Belchite. «Tempore es mucho más que mi trabajo y mi dedicación. Es la culminación de un proyecto que surgió de la ilusión de conservar y mantener vivo todo el esfuerzo que habían hecho mis padres y mis abuelos. Los viñedos siempre han estado certificados como ecológicos, pero no fue hasta 2005 cuando la bodega obtuvo la certificación de producción ecológica por primera vez. El camino durante estos años ha sido duro, pero la experiencia es maravillosa. Disfruto mucho viendo que, poco a poco, todo sale y que las cosas, a largo plazo, siempre acaban viendo la luz. Es increíble todo lo que nos ha pasado y lo que nos está pasando con nuestros vinos. Estamos muy orgullosos del trabajo de todo el equipo», ha declarado la propietaria y gerente de Bodegas Tempore, Paula Yago. Han sido pioneros en Aragón en la elaboración de vinos ecológicos y, hoy por hoy, siguen siendo todo un referente.

La bodega familiar de Lécera, perteneciente a la Indicación Geográfica Protegida Bajo Aragón, ha cosechado, en estos veinte años, más de un centenar de medallas de oro e incontables reconocimientos, pero «aunque todos los premios han sido emocionantes y especiales» se quedan con las cinco medallas de oro que han conseguido sus vinos tintos, todos los presentados, en el famoso certamen Garnachas del Mundo 2022.

La familia Yago reconoce que sus vinos «tienen alma», por eso los clasifican en dos grandes familias:

-Terrae: vinos parcelarios que se identifican con el nombre de la parcela donde se producen.

-Generación: vinos que cuentan la historia de la familia, a través de las emociones que expresan.

INTERNACIONALIZACIÓN Y BIODINÁMICA

En sus inicios Bodegas Tempore podía elaborar 400.000 kilos de uva. Ahora, dos décadas después y dos ampliaciones, tienen capacidad para elaborar 800.000 kilos de uva. Todo producción propia. Uno de los principales objetivos del proyecto de Bodegas Tempore fue la internacionalización de la bodega, algo que ya han conseguido ya que sus vinos tienen presencia en 32 países de los cinco continentes y el 90 % de las ventas proceden de mercados internacionales.

«Nuestros viñedos son únicos porque están en un territorio único, con unas condiciones de suelo y climáticas que les aportan mucha personalidad. Cuando nació nuestro proyecto Bodegas Tempore, contábamos con las viñas plantadas por nuestros abuelos en los años 40 y 50, y las plantadas por nuestro padre en los años 80. Un total de 45 hectáreas. Hoy en día cultivamos un total de 120 hectáreas, las viñas más viejas que heredamos, y las nuevas plantaciones que hemos ido realizando a lo largo de estos 20 años», ha explicado el propietario y viticultor de Bodegas Tempore, Víctor Yago.

Familia Yago

Familia Yago

En Bodegas Tempore siempre han apostado por las variedades autóctonas de la zona. Comenzaron a elaborar sus vinos con la garnacha tinta y la tempranillo. Hace una década recuperaron las garnachas blancas y las adaptaron a cultivos en espaldera para poder dotarlas de recursos hídricos suficientes para permitir una buena maduración.

Para la familia Yago es «esencial», en todas sus elaboraciones, respetar los tiempos, tanto en viña como en bodega. «Realizamos la vendimia en el momento adecuado, con la mínima intervención en los procesos, el uso exclusivo de levaduras autóctonas y con un minucioso trabajo de conocer cada una de las parcelas para obtener el mejor resultado en cada vino. Porque el vino se hace en la viña, no en la bodega», ha revelado Víctor Yago.

Recientemente, han conseguido el certificado Demeter de viticultura biodinámica. «Comenzamos en la viticultura ecológica de forma natural, ya que es la única forma en que entendemos el cultivo de nuestras viñas y el paso a la viticultura biodinámica ha sido el siguiente nivel al que nos ha llevado la inquietud por el conocimiento de nuestros suelos, nuestro entorno y de los ecosistemas que nos rodean», han destacado los hermanos Yago.

Manuel Yago es el padre de Paula y Víctor, un viticultor que ha dedicado toda su vida a la tierra y que ahora ve cómo el sueño de sus hijos «ha llegado a otro nivel». Manuel reconoce que está «disfrutando muchísimo» de todo el proceso que conlleva tener una bodega «de estas dimensiones» y siente verdadero orgullo por sus dos hijos.

«Paula es todo un ejemplo de trabajo y de constancia. Todo lo hace con buen humor y una actitud positiva, algo que también comparte con Victor, su hermano, creo que eso les permite superar todas las dificultades que se platean en su día a día. Estoy muy orgulloso de ellos. Somos una familia de campo, con gran arraigo a esta tierra y eso es lo que mis hijos verdaderamente han heredado».

ACCIONES 20 ANIVERSARIO

Desde este mes de junio y hasta el próximo mes de agosto, Bodegas Tempore está organizando, en la bodega, distintas actividades para celebrar sus dos décadas de existencia:

  • Viernes, 24 de junio: ¡Tardeo que te veo! Da la bienvenida al verano con la noche de los deseos.
  • Sábado, 2 de julio: Jornada de puertas abiertas. Conoce la historia de la familia Yago, a través del vino.
  • Sábado, 16 de julio: Gran concierto 20 aniversario.
  • Sábado, 6 de agosto: Jornada de puertas abiertas. Disfruta de la viticultura ecológica.
  • Viernes, 26 de agosto: Despide el verano con una tarde de vinos y monólogos.

Fotos: Gabi Orte.