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Bodegas Tempore recupera la variedad «Derechero de Muniesa» y consigue elaborar un vino único en el mundo

NOTA DE PRENSA.- GABINETE DE COMUNICACIÓN MARTA TORNOS

Dicen que la riqueza vitícola de una región no solo se mide por la superficie de vino cultivado, sino también por las variedades autóctonas que en ella se cultivan y por la calidad y la cantidad de los vinos que se producen. Es decir, lo que se conoce como patrimonio vitícola.

Mantener esta herencia que ofrece el territorio es lo que defiende, desde sus inicios, Bodegas Tempore, bodega familiar de Lécera y perteneciente a la Indicación Geográfica Protegida Bajo Aragón. Por eso, la bodega aragonesa dirigida por Paula Yago ha apostado siempre por la recuperación de las variedades autóctonas. Comenzaron a elaborar sus vinos con la garnacha tinta y la tempranillo. Hace una década recuperaron las garnachas blancas y las adaptaron a cultivos en espaldera para poder dotarlas de recursos hídricos suficientes para permitir una buena maduración.

Ahora, tras años de estudios y trabajo, lanzan «Derechero de Muniesa», el único vino del mundo elaborado con esta esta variedad prefiloxérica minoritaria. Se trata de una uva que se cultiva exclusivamente en Muniesa, pueblo de la provincia de Teruel ubicado a 780 metros de altitud, así lo documentan estudios realizados por el Centro de Transferencia Agroalimentaria (CTA) de Aragón.

Presentación de Derechero de Muniesa

Presentación de Derechero de Muniesa

Hasta hace algunos años, la cooperativa de Muniesa estaba en funcionamiento y elaboraba de forma residual estas uvas, pero cesó su actividad y ahora las uvas de Derechero que quedan en Muniesa se elaboran en Bodegas Tempore. Este proyecto surge de los estudios realizados por el Centro de Transferencia Agroalimentaria (CTA) de Aragón para la recuperación de variedades minoritarias aragonesas

«Nuestra apuesta por las variedades autóctonas siempre ha sido muy fuerte. Muniesa se encuentra a menos de 20 kilómetros de distancia de nuestra bodega. Conocemos los viñedos, el suelo y las variedades de uva de toda la vida. Sabíamos que el Centro de Transferencia Agroalimentaria (CTA) de Aragón estaba trabajando desde hace años en la recuperación de la variedad y nos pusimos en contacto con Víctor Yus,  viticultor propietario de las viñas de Derechero y quien ha llevado a cabo el proyecto junto con el CTA», ha explicado la propietaria y gerente de Bodegas Tempore, Paula Yago.

El proyecto de recuperación del «Derechero de Muniesa» ha sido «largo y costoso», pero, tal y como señala Paula Yago: «La viña y el vino son procesos costosos en sí mismos. Requieren de mucho tiempo, de paciencia y de saber esperar. Nosotros somos viticultores y bodegueros, sabemos que el vino se hace en la viña y se finaliza en la bodega. El tiempo es esencial en este tipo de iniciativas, y la templanza y la paciencia, también».

Según los profesionales del mundo del vino, uno de los caminos para mejorar la competitividad del sector es la de proporcionar al mercado vinos diferentes y genuinos, que respondan a las características propias de la zona donde se cultiva la vid. En muchas ocasiones son vinos, como el Derechero, que se perdieron por falta de rendimiento, pero que presentan altos niveles de calidad. «La recuperación de variedades es muy importante para no perder nuestra herencia territorial, pero también porque la pérdida o reducción del cultivo de estas vides supone un empobrecimiento de la biodiversidad y del patrimonio conocido como ‘erosión genética’, algo que perjudica notablemente los ecosistemas», ha destacado la propietaria y gerente de Bodegas Tempore.

La primera edición de esta nueva referencia, clasificada como Vinos Especiales de Tempore, tiene una producción de 3.500 botellas. En estos momentos, el objetivo prioritario de Tempore es dar a conocer y difundir la variedad y que, poco a poco, se consolide como un vino de referencia para consumidores que demandan «vinos originales y con personalidad». El éxito de la recuperación de estas variedades «perdidas» es su diferencia y diversidad, lo que atraerá a algunos amantes del vino y permitirá poner en valor zonas y tipos de vino diferentes a los que se encuentran en el mercado.

En sus inicios, Bodegas Tempore podía elaborar 400.000 kilos de uva. Ahora, dos décadas después y dos ampliaciones, tienen capacidad para elaborar 800.000 kilos de uva. Todo producción propia. Uno de los principales objetivos del proyecto de Bodegas Tempore fue la internacionalización de la bodega, algo que ya han conseguido ya que sus vinos tienen presencia en 32 países de los cinco continentes y el 90 % de las ventas proceden de mercados internacionales. Hoy en día, cultivan un total de 120 hectáreas, de las que 1,5 son de Derechero.

La nueva referencia de Tempore «Derechero de Muniesa» se ha presentado, este lunes, a medios de comunicación, profesionales del sector y grupos de interés en Vinopremier Zaragoza.

CARACTERÍSTICAS DE DERECHERO Y ELABORACIÓN DE UN VINO ÚNICO

La viña de la variedad derechero es vigorosa y sus sarmientos crecen rectos buscando el cielo. Su hoja es ancha, lo que favorece una mejor fotosíntesis de la planta. Sus racimos son grandes y de grano grande y compacto. Es una variedad de maduración tardía, debido a la altitud en la que se cultiva, 780 metros. Mantiene muy bien la acidez, con grado medio alto (13.5º -14,5º), y consigue color al final de la maduración. No es excesivamente tánica, pero sus vinos son redondos, golosos y con buena estructura.

El «Derechero de Muniesa», variedad autorizada en los Vinos de la Tierra de Aragón con Indicación Geográfica Protegida Bajo Aragón, se vendimia a mediados de octubre, en cargas pequeñas. Está 24 horas de maceración prefermentativa en frío, en un ambiente inerte. La fermentación se hace con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable de 10.000 litros con control de temperatura, con suaves remontados diarios y vigilando, en todo momento, la calidad de esa fermentación.

Tras 8 o 10 días de fermentación con pieles, se descuba y se prensa con baja presión, con el fin de extraer solo lo necesario. Posteriormente, el vino se trasiega a barricas de 500 litros de roble francés, donde realiza la fermentación maloláctica. Tras una ligera clarificación, el vino es embotellado, cuidando en todo momento el aporte de oxígeno.