Lo primero que pregunté es: ¿cómo se pronuncia? y rápidamente, Adrián Castillo, Brand ambassador de Laphroaig me dijo: “La-Froig”, ojo que es una palabra escocesa y no francesa y ahí comenzó a describir la historia del whisky favorito de Carlos III de Inglaterra que elabora en un entorno único.
La semana pasada la destilería escocesa hizo su presentación a sociedad ante un grupo de periodistas y creadores de contenido con un menú maridado y elaborado con su whisky en el Restaurante River Hall Gastro en el complejo Aura en Zaragoza.
Fundada en 1815 es una de las cinco destilerías que encontramos en la pequeña isla de Islay, la más austral de las Hébridas Interiores escocesas que cuenta con solo 3000 habitantes. Este whisky, durante la Ley Seca, pudo continuar con su actividad al venderse como licor medicinal debido a los sabores de yodo de la turba que tanto lo caracteriza.
“Aromas de humo de turba, toques salinos y de yodo que te describen el paisaje y clima del que procede. El fango, el musgo y la maleza de brezo, helecho, hierba del páramo y algas autóctonas que se acumulan con el paso de los años se descomponen en un entorno ácido, frío y con muy poco oxígeno. Esto permite que el proceso de carbonización influenciado por el mar se produzca de una forma especial. Por lo tanto, su combustión libera unos aromas y propiedades distintivos que son aprovechados en la producción de Laphroaig”
Unas condiciones climáticas adversas en invierno y agradables en verano que influencian las turberas, ventilan las salas de malteado e impregnan su esencia en la madera de las barricas de bourbon de segundo uso en las que envejece.
Malteado en suelo tradicional, la cebada se ahuma con la turba, después de su destilado se envejece en dichas barricas de bourbon.
Una relajada y amena presentación para disfrutar en pequeños sorbos de los intensos aromas y fino sabor de Laphroaig como cóctel, como maridaje y como sobremesa.
Una comida maridada donde los aromas y sabores del whisky estuvieron muy presentes en la elaboración y salsas de los platos que el chef de River Hall nos preparó.
- Coca de hojaldre con manzana caramelizada y foie.
- Vieira con gnocchi de calabaza y jamón de bellota.
- Rodaballo al orio tradicional
- Carrillera de cebón en guiso de Laphroaig
- Petit fours con macarons de Laphroaig.
El interés por el whisky de calidad está en aumento en España. El whisky premium ha experimentado un crecimiento del +5% en los últimos años, y se espera que continúe al alza en los próximos 5 años.
Nuevas experiencias, aromas y sabores para disfrutar de un buen whisky premium que pide paso y armoniza con muchos platos de carnes brasa que se fusionan con el humo de la turba, carnes con salsa de setas y me animo a armonizarlo con un contundente suquet por el toque salino se une al mismo aroma de Laphroaig.